Aunque parezca una anécdota es parte de la historia de Brañosera dar cobijo al Emperador Carlos V. Esto ocurría en el verano de 1522. Así nos lo cuenta Manuel de Foronda y Aguilera en su libro «Estancias y viajes del emperador Carlos V«.
El Emperador Carlos I de España y V de Alemania, según consta en «Cuenta 2ª de H. Stercke» (Ar. N. -B. 3.348) embarcó el 6 de julio en Southampton (Inglaterra) con destino a España. Desembarcó en Santander, el miércoles 16 de Julio a las seis de la tarde según recogen varios documentos:
- Carta de D. Martín de Salinas al tesorero Salamanca, fechada el 19 de julio de 1522 (B. Tomo XLIII, fol. 37)
- Carta de Carlos V participando su llegada «oy día de la data» y que se den gracias a Dios por ello, &. &. (B. S. -Documento núm. 31)
- Carta de Carlos V a los Concelleres de Barcelona, participandoles su desembarco en Santander, &. &. (C. A. -Vol. terc., pág. 334)
Y según consta en la Cuenta 2ª de H. Stercke (Ar. N. -B. 3.348), el Emperador, tras pasar por Parbayon, Villasevilla, Molledo y Reinosa, llega a Brañosera:
- El día 29 de Julio donde cena y pernocta: «Martes. -El Emperador comió en Reynosa, cenó y pernoctó en Branoceira».
- El 30 de Julio parte, después de comer, en dirección a Aguilar de Campoo:»Miércoles. -El Emperador comió en Branoceira, cenó y pernoctó en Aguillar».