A 10 km sumido entre dos bosques espectaculares— el monteAguilar y de Salcedillo se encuentra este pueblecito con una interesante iglesia Románica que contiene unas pinturas del siglo XV de lo más originales.
A dos km. tiene un puente romano escondido entre la frondosidad de un bosque centenario de robles y hayas en el que abunda también el avellano, el serval y el acebo con sus frutos rojos de los que se alimenta el zorro y algunas de las escasas parejas de urogallos de la cornisa. El oso pardo también visita estos bosques de tarde en vez.
Desde el límite de provincia en dirección Oeste por una písta forestal que va ascendiendo con una pendiente muy pronunciada durante 3km, se llega a un paraje denominado las Llanas que tiene un pequeño refugio entre rocas naturales construido por los maquis.
Desde ahí se ha de seguir por un camino carretero que asciende, a unos 500m a la vera del camino se levanta el roble más espectacular que Vsdes hayan visto unos 15m de altura y 3m de diámetro. si continuan por la misma pista enseguida de sale del bosque y se alcanzan los pastos de las cumbres por donde deberán tomar a la izquierda, la senda del cortafuegos que bordea el bosque por arriba, andados 1,5km se irá a parar a un Hayedo que se distingue bien por las enormes copas de algunos ejemplares, es un hayedo bien clareado llamado Matarredonda que tiene una especie de corralada natural rodeada de Hayas descomunales donde son visibles numerosas Carboneras (Eras donde se practicaba la elaboración de carbón vegetal).
Desde ahí se puede volver sobre los pasos o descender siguiendo cualquier curso de agua hasta encontrar un camino carretero ya casi absorbido por la maleza que discurre paralelo a un arroyo de «cuento» que desciende hasta encontrarse con el camino desde el que iniciamos la subida. Si lo hacemos al amanecer será muy posible toparnos con corzos que van al arroyo a beber.
Se puede volver a Brañosera por la misma ruta o por la carretera, paseo que tampoco va a decepcionar.