En la falda norte de Valdecebollas, cuando las circustancias climatológicas son favorables, se crean unas magníficas cascadas de hielo que atraen a gran cantidad de gente aficionada a escalar en este medio.
Son fácilmente localizables. Subiendo desde el refugio derruido de Golobar hacia Valdecebollas (ver ruta), al coronar el alto se ven claramente los cortados de piedra donde se originan las cascadas, como se ve en la fotografía.