Brañosera en la Historia

El recorrido histórico por tierras de la Braña nos lleva a hasta la segunda edad del Hierro. Entorno al año 450 a. C. estas tierras ya estaban ocupadas por los Cántabros. Apunta la leyenda, así como el Fuero de Brañosera, que en estos parajes se encontraba la ciudad celtibérica de Vadinia, «illam civitatem antiquam», aunque a la fecha actual no ha podido corroborarse. También se conoce otra ciudad de esta época en la zona, Octaviolca, aunque algunos autores la situan más cerca de la costa.

Los Cántabros, pueblo guerrero donde los haya, se opusieron fervientemente a la colonización Romana. Hay que recordar lo duras que fueron las Guerras Cántabras que se libraron en estos pagos y que acabaron imponiendo el régimen de Roma. Cuenta la leyenda que el río Rubagón, que significa río rojo*, recibe este nombre de la cruenta batalla que se libró en sus orillas contra las legiones de Augusto, y que tiñó sus aguas de sangre. Tras las Guerras Cántabras se impuso la romanización, lengua, cultura y creencias religiosas fueron cambiando, siempre enmarcadas dentro de las continuas revueltas indígenas que se negaban a perder sus raíces.

Con la caída del Imperio Romano, llegó el Reino Visigodo y tras su fin la invasión musulmana que comenzó en el 711, y que no tuvo efectividad en esta zona. El norte de Palencia quedó como tierra de nadie, con escasa población y desorganizada tanto política como eclesiásticamente, por lo que se inicia un proceso repoblador que comienza en el siglo IX durante el reinado de Alfonso II, el Casto.

ÑUÑO NUÑEZ RASURA.
Son tantas y tan varias las opiniones acerca del origen,, vida, sucesos, autoridad y aun existencia de los Jueces de Castilla Ñuño Nuñez Rasura, y Lain Calvo,, que aunque seria de mucho interés dar alguna idea de ellas para el mejor convencimiento de la verdad, los precisos límites de un sumario no lo permiten. Dexando pues este prolixo trabajo para quien de intento se tome., como lo ha hecho alguno, el de escribir su historia, se formará su extracto de las noticias mas fidedignas y mas autorizadas que se han podido adquirir.


Nano Nuñez Rasura, Señor y Conde de Amaya, nació en esta Villa, probablemente á fin del año de 789, ó principio de 790, siendo Soberano de Castilla el Conde D, Rodrigo, abuelo suyo. Su padre D. Ñuño Rodríguez, no el fabuloso D, Ñuño Belchîdes, hombre de probidad y de talento, puso todo su esmero y su conato en educarle según su calidad, y como á hijo único que era, encargando el cuidado de su instrucción y sus costumbres á un venerable Monge de S. Martin de Tama, ñamado Mauro. No fueron infructuosos Sus desvelos : desde sus mas tiernos años comenzó á dar pruebas de la impresión que habían hecho en su alma sus lecciones, y apenas había entrado en la edad juvenil, qpando ya su nombre era respetado en la sociedad y en la milicia. Los continuos choques que sostenían los Castellanos contra los Sarracenos para mantener su libertad é independencia, y para extender sus dominios, acreditaron á Ñuño de buen soldado, y sus consejos en la dirección de los negocios de la
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Provincia de buen político.
No tenia aun treinta y cinco años, quando junto con su muger Doña Argilo, dio fueros á su Villa de Brañoser^ estableciendo en ella un gobierno sabio, que después influyó infinito en el general de Castilla, y le sirvió á él mismo como de norma en el desempeño de su famosa judicatura.
Muerto D. Alfonso el Casto, y llamado á la sucesión de la Corona de Asturias suprimo D. Ramiro, Conde soberano de Castilla por su segunda muger Doña Urraca Paterna, heredera de su padre el Conde D. Diego Rodriguez, temerosos los Castellanos de que con la falta de sus verdaderos dueños se suscitasen en Castilla iguales alborotos y levantamientos á los que se experimentaban en Asturias y Galicia por no, tener á la vista legítimo Señor que les gobernara, acordaron entre sí elegir dos hombres rectos, que con absoluto poder les administrasen justicia, y amparasen sus tierras de semejantes insultos y de las continuas correrías de los Moros. Juntos pues á este efecto todos los Rîcoshombres, Hijosdalgo de Castilla y los Procuradores de los Concejos de Bardulia, á propuesta de D. Suero Fernandez, uno de los sugetos mas calificados del congreso, fueron nombrados Ñuño Nuñez Rasura, y Lain Calvo. Resistiéronse uno y otro, exponiendo con vigor su insuficiencia para el desempeño de un cargo tan importante; pero firmes los congregados,, insistieron en su resolución hasta que por los dos les fue otorgada la gracia de admitirle. Confirmaron los Condes esta elección como Soberanos de Castilla ; y en virtud de tan sagrados y legítimos títulos exerciéron su autoridad Ñuño y Lain, con poder supremo y absoluto en las ausencias de los Condes, y limitado á la administración de justicia quando estos Soberanos residían en Castilla.


Las circunstancias en que se hallaban por entonces los Castellanos exigían que uno de estos insignes varones, en quienes habían depositado su confianza, atendiese peculiarmente á los negocios de la guerra; y habiéndose encargado de ellos á Lain, cayó todo el peso del gobierno político sobre Ñuño. No es posible caracterizar con hechos particulares la conducta de este supremo Magistrado en su judicatura ; pero la general opinión no interrumpida, la tradición constante entre los Castellanos sostenida por documentos auténticos, y el Fuero de Castilla formado por el del Aibedrio, en que Ñuño tuvo la mayor parte, son testimonios de su mucha sabiduría y de su prudencia. Burgos, Capital y Corte de Castilla, aunque fundada algunos años después de la muerte de Ñuño, por su Conde Soberano D. Diego Rodríguez Porcelos, le miró no obstante como á su escudo, y atribuyó á su sabio gobierno establecido su conservación y subsistencia. Así lo acredita, entre otros documentos menos públicos, la inscripción con que se consagró á su memoria la efigie de este ilustre Magistrado, que hoy se conserva pintada al fresco en la sala capitular de la torre antigua de dicha Ciudad, llamada de Santa María, que es la misma que posteriormente se puso al pie de una estatua de piedra que se le dedicó también, y colocó en la-fachada de la propia torre, y es la siguiente:
Nunio Rasure civi sapientiss.
Cwitatis Clifeo.
No se sabe puntualmente quando murió Ñuño Nuñez Rasura ; pero segün la memoraparaшаfundación hecha, ó que debió hacerse, por su nieto D. Fernán González, Señor de Lara, en la antigua Parroquia de Santiago de dicha Ciudad, que es sin duda la que está unida hoy 4 la de Santa Águeda ó Gadea, fue en el año de 862. Su retrato se ha sacado de la referida efigie pintada, la qual no’pidiendo haberse tomado del gmal, se Ignora si es copia de alguna otra, ú arbitraria y formada de las ideas de figura, que sus servicios heroycos habian dexado grabadas en los corazones de los Castellanos. Debe ser recomendable la memoria de este grande hombre en la antigüedad castellana, no solo por sus virtudes singulares,.sino por haber sido progenitor de los tres últimos Condes Soberanos de Castilla.

ÑUÑO NUÑEZ RASURA.
L>on tantas y tan varias las opiniones acerca del origen,, vida, sucesos, autoridad y aun existencia de los Jueces de Castilla Ñuño Nuñez Rasura, y Lain Calvo,, que aunque seria de mucho interés dar alguna idea de ellas para el mejor convencimiento de la verdad, los precisos límites de un sumario no lo permiten. Dexando pues este prolixo trabajo para quien de intento se tome., como lo ha hecho alguno, el de escribir su historia, se formará su extracto de las noticias mas fidedignas y mas autorizadas que se han podido adquirir.
Nano Nuñez Rasura, Señor y Conde de Amaya, nació en esta Villa, probablemente á fin del año de 789, ó principio de 790, siendo Soberano de Castilla el Conde D, Rodrigo, abuelo suyo. Su padre D. Ñuño Rodríguez, no el fabuloso D, Ñuño Belchîdes, hombre de probidad y de talento, puso todo su esmero y su conato en educarle según su calidad, y como á hijo único que era, encargando el cuidado de su instrucción y sus costumbres á un venerable Monge de S. Martin de Tama, ñamado Mauro. No fueron infructuosos Sus desvelos : desde sus mas tiernos años comenzó á dar pruebas de la impresión que habían hecho en su alma sus lecciones, y apenas había entrado en la edad juvenil, qpando ya su nombre era respetado en la sociedad y en la milicia. Los continuos choques que sostenían los Castellanos contra los Sarracenos para mantener su libertad é independencia, y para extender sus dominios, acreditaron á Ñuño de buen soldado, y sus consejos en la dirección de los negocios de la
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Provincia de buen político.
No tenia aun treinta y cinco años, quando junto con su muger Doña Argilo, dio fueros á su Villa de Brañoser^ estableciendo en ella un gobierno sabio, que después influyó infinito en el general de Castilla, y le sirvió á él mismo como de norma en el desempeño de su famosa judicatura.
Muerto D. Alfonso el Casto, y llamado á la sucesión de la Corona de Asturias suprimo D. Ramiro, Conde soberano de Castilla por su segunda muger Doña Urraca Paterna, heredera de su padre el Conde D. Diego Rodriguez, temerosos los Castellanos de que con la falta de sus verdaderos dueños se suscitasen en Castilla iguales alborotos y levantamientos á los que se experimentaban en Asturias y Galicia por no, tener á la vista legítimo Señor que les gobernara, acordaron entre sí elegir dos hombres rectos, que con absoluto poder les administrasen justicia, y amparasen sus tierras de semejantes insultos y de las continuas correrías de los Moros. Juntos pues á este efecto todos los Rîcoshombres, Hijosdalgo de Castilla y los Procuradores de los Concejos de Bardulia, á propuesta de D. Suero Fernandez, uno de los sugetos mas calificados del congreso, fueron nombrados Ñuño Nuñez Rasura, y Lain Calvo. Resistiéronse uno y otro, exponiendo con vigor su insuficiencia para el desempeño de un cargo tan importante; pero firmes los congregados,, insistieron en su resolución hasta que por los dos les fue otorgada la gracia de admitirle. Confirmaron los Condes esta elección como Soberanos de Castilla ; y en virtud de tan sagrados y legítimos títulos exerciéron su autoridad Ñuño y Lain, con poder supremo y absoluto en las ausencias de los Condes, y limitado á la administración de justicia quando estos Soberanos residían en Castilla.

Las circunstancias en que se hallaban por entonces los Castellanos exigían que uno de estos insignes varones, en quienes habían depositado su confianza, atendiese peculiarmente á los negocios de la guerra; y habiéndose encargado de ellos á Lain, cayó todo el peso del gobierno político sobre Ñuño. No es posible caracterizar con hechos particulares la conducta de este supremo Magistrado en su judicatura ; pero la general opinión no interrumpida, la tradición constante entre los Castellanos sostenida por documentos auténticos, y el Fuero de Castilla formado por el del Aibedrio, en que Ñuño tuvo la mayor parte, son testimonios de su mucha sabiduría y de su prudencia. Burgos, Capital y Corte de Castilla, aunque fundada algunos años después de la muerte de Ñuño, por su Conde Soberano D. Diego Rodríguez Porcelos, le miró no obstante como á su escudo, y atribuyó á su sabio gobierno establecido su conservación y subsistencia. Así lo acredita, entre otros documentos menos públicos, la inscripción con que se consagró á su memoria la efigie de este ilustre Magistrado, que hoy se conserva pintada al fresco en la sala capitular de la torre antigua de dicha Ciudad, llamada de Santa María, que es la misma que posteriormente se puso al pie de una estatua de piedra que se le dedicó también, y colocó en la-fachada de la propia torre, y es la siguiente:
Nunio Rasure civi sapientiss.
Cwitatis Clifeo.
No se sabe puntualmente quando murió Ñuño Nuñez Rasura ; pero segün la memoraparaшаfundación hecha, ó que debió hacerse, por su nieto D. Fernán González, Señor de Lara, en la antigua Parroquia de Santiago de dicha Ciudad, que es sin duda la que está unida hoy 4 la de Santa Águeda ó Gadea, fue en el año de 862. Su retrato se ha sacado de la referida efigie pintada, la qual no’pidiendo haberse tomado del gmal, se Ignora si es copia de alguna otra, ú arbitraria y formada de las ideas de figura, que sus servicios heroycos habian dexado grabadas en los corazones de los Castellanos. Debe ser recomendable la memoria de este grande hombre en la antigüedad castellana, no solo por sus virtudes singulares,.sino por haber sido progenitor de los tres últimos Condes Soberanos de Castilla.